El convento de San Buenaventura se fundó en el siglo
XVII como centro de estudios del desaparecido convento Casa Grande de San
Francisco. Es iglesia conventual y sede de la Hermandad
de San Buenaventura y, claro está, de nuestra hermandad
Se remodeló en varias ocasiones entre los siglos XVIII y XIX hasta quedar como se puede apreciar hoy. Su construcción comenzó en 1622 y se supervisó por Diego López Bueno.
Se remodeló en varias ocasiones entre los siglos XVIII y XIX hasta quedar como se puede apreciar hoy. Su construcción comenzó en 1622 y se supervisó por Diego López Bueno.
Francisco de Herrera el Viejo realizó la decoración
de yesería y pinturas al fresco, que representan vidas de santos de la orden
franciscana, de los muros exteriores, decoración que materializaron Juan
Bernardo de Velasco y Juan de Segarra. También destacan algunos cuadros de
Zurbarán.
El retablo mayor, del siglo XVIII, presenta esculturas de ángeles y santos, en su mayoría franciscanos, así como relieves de la vida de la Virgen. La orfebrería es abundante, destacando pequeñas piezas rococó, neoclásicas o modernas, de grandes dimensiones. Entre los objetos más destacados hallamos las coronas de la Virgen del Patrocinio y del Niño, de finales del siglo XVII. Del estilo rococó se conservan unas sacras y unas vinajeras, cuya bandeja lleva la marca del platero sevillano Vicente Gargallo.
El retablo mayor, del siglo XVIII, presenta esculturas de ángeles y santos, en su mayoría franciscanos, así como relieves de la vida de la Virgen. La orfebrería es abundante, destacando pequeñas piezas rococó, neoclásicas o modernas, de grandes dimensiones. Entre los objetos más destacados hallamos las coronas de la Virgen del Patrocinio y del Niño, de finales del siglo XVII. Del estilo rococó se conservan unas sacras y unas vinajeras, cuya bandeja lleva la marca del platero sevillano Vicente Gargallo.
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